Puede, gracias a la sólida fortuna paterna, comenzar estudios en la Academia Santa Rosa y luego en la Real y Pontificia Universidad, donde cursa Filosofía, Derecho y Arte. El 1771 solicita entrar al servicio de España y obtiene permiso para salir del país. Durante un año con maestros particulares cursa idiomas y matemáticas. Mejora su cultura, la cual va adquiriendo aquella robustez y brillo, fuente, más tarde, de admiración y sorpresa para muchos de sus contemporáneos. En 1772, alcanza la plaza de Capitán en el Regimiento de Infantería de la Princesa. Pasa al Africa. Sirve como voluntario en la defensa de Melilla (desde diciembre de 1774 a marzo de 1775). Consideraba Miranda haber prestado en aquella ocasión leales, arrojados y muy buenos servicios. En 1775 viaja a Gibraltar donde examina las fortificaciones y guarnición. Allí, toma contacto, por primera vez, con la manera de ser inglesa, que tanto admirará y que tanto influirá en su vida. Sufre arresto en 1774 por desobediencia. Para eso momentos ya Miranda acumulaba libros e instrumentos científicos y naturalmente tuvo problemas con el Santo Oficio de la Inquisición, acusado de leer y guardar literatura prohibida. En 1780, España y Francia entran en guerra con la Gran Bretaña y Miranda forma parte de la expedición enviada a la América. Jefe de ella es Don Victoriano de Navia y el objetivo de la expedición es ayudar a los revolucionarios norteamericanos. En 1781 toma parte en las operaciones de sitio y rendición de Pensacola (Florida). Asciende a Teniente Coronel en 1781, Las envidias que lo acompañaran durante toda su larga carrera, esta vez tratan de comprometerlo, acusándolo de connivencia con el General inglés Campbell, cosa afortunadamente demostrada falsa. Acompaña en 1782 al General Juan Manuel Cajigal en el ataque a Las Bahamas. Nombrado Miranda parlamentario, Cajigal obtiene la rendición de los ingleses. Tanto señalarse a la atención de los otros Oficiales, tanta privanza del Jefe y algún comercio realizado con anuencia y participación de Cajigal, no podía tolerarse a un criollo. De allí escapó en Junio de 1783 y, atraído por la independencia de las colonias inglesas, comienza entonces su vida de singular trotamundos; pero, conviene anotar, que con él ya marchaba la idea de liberación americana. Ha recibido correspondencia de Caracas y la influencia filosófica y masónica le ha marcado. Ya en el suelo norteamericano, comienza sus visitas a personas y pueblos, viéndolo todo y anotándolo en su diario. Pertenece Miranda a una generación de diaristas. En los diarios consignaban impresiones y proyectos. El 8 de diciembre de 1783, se presenta al General Washington y tiene el honor de comer en su compañía. Lo impresiona la popularidad alcanzada por quien es circunspecto y taciturno. Después visita los campos de batalla de aquella guerra premonitoria. Pero ya los españoles veían en él un peligro y le combatieron pregonando su calidad de desertor. Sin embargo, Miranda continúa anudando amistades de valía y comienza sus maniobras contra la dominación española en la América Latina. Ya era conocido como "entusiasta de la causa de la libertad". Y aprovecha algunas amistades influyentes para elaborar un plan de liberación, mediante la fuerza, de las colonias españolas. Se embarca para Londres el 15 de diciembre de 1784. Llega el 31 de enero y de inmediato vuelve a su labor antiespañola. Sin embargo, dirige desde esa ciudad una súplica al Rey, exponiendo sus servicios y las persecuciones de que había sido y era objeto. Finalmente, pedía en ella licencia del real servicio y reembolso de gastos y sueldos. De Inglaterra entró al Continente por Holanda. En Prusia asistió a las maniobras militares, célebres en toda Europa. Miranda recorrió casi toda Europa con espíritu crítico. En Kiev (14 de Febrero 1787) fue presentado a la Emperatriz Catalina con cuya protección contaría. Se e autorizó a vestir el uniforme de Coronel y le dieron cartas de presentación para los Embajadores rusos "ordenándoles" darle protección. En efecto, Miranda había resuelto seguir viaje y va a Suecia donde fue presentado al Rey. Continúa hacia Noruega y Dinamarca.presenta al Príncipe de Hese sus planes para la América española, la llama Colombia… De regreso a Londres en junio de 1789, insistió en sus propósitos independentistas ante el primer ministro británico William Pitt (el Joven); pero las continuas excusas de éste molestaron a Miranda. Los sucesos de Francia combinados con su situación en Londres lo empujan a trasladarse a París en 1792, donde hace amistad con los Girondinos y por medio de Petion obtiene entrar al servicio de los ejércitos franceses con el grado de mariscal de campo. Fue nombrado General a las órdenes de Domouriez. Sus primeros servicios satisfacen a sus amigos quienes ya pensaban en él para encabezar una expedición contra las Colonias españolas. con el. Se destacó en la victoria de Valmy, por lo que fue ascendido a general. De el Napoleón Bonaparte diría: "Miranda llevá en su corazón el sagrado fuego de la Libertad". Hoy en día su nombre esta escrito en el Arco de Triunfo en París. Como General Comandante de División sitia Amberes sobre la cual lanza 90.000 balas de cañón. Tomada, hace arrancar la estatua del Duque de Alba. Sitia Maestricht, pero la derrota del General Valence le obliga a levantar el sitio. Reunido con Dumouriez se bate en Nerwinden; las tropas a su mando se desbandan y aunque Miranda se decide, sable en mano a contenerlos, el pánico se extiende y los franceses quedan derrotados. Dumouriez acusa a Miranda y éste en su defensa culpa al Jefe francés de la pérdida de Bélgica. Las acusaciones calumniosas de Domouriez perseguirán a Miranda aun en los textos de historia modernos! Miranda, llamado a París, es acusado de traición y el 10 de mayo de 1793, Fouquier Tinville lo acusa ante el Tribunal. La defensa de Miranda fue hábil y su abogado Chaveau Lagarde hizo gala de elocuencia y tino. El 16 de mayo de 1793 Miranda, absuelto,y al salir en libertad, el pueblo lo llevó en hombros. Acosado por los jacobinos, huyó de París y llegó a Londres (15 de enero de 1798), donde reanudó sus entrevistas con Pitt, quien ahora se decidió a apoyarle. Decepcionado de la actitud nglesa, marcha a los Estados Unidos; llega a Nueva York en noviembre de 1805. Se entrevista en Washington con el Presidente Jefferson y con el Secretario de Estado, pero no obtiene el apoyo esperado. Decide entonces lanzarse en una expedición armada, contra la Capitanía General de Venezuela; para ello obtiene un préstamo de 20.000 dólares con destino a armar tres barcos: El "Leander" (180 toneladas), el "Emperor" y el "Indostán". Con reclutas, material y víveres para el 2 de febrero de 1806 con ruta a Santo Domingo. Las moniobras de Miranda no escaparon a los agentes españoles y los Gobiernos de Cuba, México y Venezuela fueron alertados.
Más o menos rehecho, vuelve sobre las costas de Venezuela y llega a la Vela de Coro el 1º de agosto. En breve combate puede desalojar a la pequeña guarnición que le resistió y por primera vez se iza sobre suelo venezolano la bandera tricolor. La propaganda española había hecho de Miranda más que un traidor, así, los habitantes de Coro, huyeron y donde el Precursor esperaba encontrar gentes y recursos, sólo encontró casas vacías. Entre tanto los españoles reaccionaron reuniendo algunas fuerzas y marchando sobre Coro. En peligro y sin el auxilio de los habitantes, Miranda decide abandonar la empresa el 13 de agosto. El 21 de diciembre de 1807 llega de nuevo a Inglaterra, a continuar en su tarea. Más, la invasión de Bonaparte es un nuevo golpe para el Precursor ya que Inglaterra se declara en paz con España y tropas inglesas al mando de Wellesley (con quien Miranda había hecho alguna amistad y planes para atacar en Río de la Plata y Venezuela) fueron enviadas al Continente. Miranda sigue manteniéndose en contacto con los proindependistas de América y su incansable actividad lo lleva hasta dedicarse a hacer publicidad en favor de sus ideas. Funda entonces un periódico, "El Colombiano", desde cuyas columnas abogará por la libertad de las oprimidas colonias. Los sucesos de Caracas abren promisores caminos a Miranda; los agentes enviados por la Junta a Londres (Simón Bolívar, López Méndez y Andrés Bello) llegaron en julio a su destino y de inmediato se pusieron al habla con el Precursor a quien expusieron lo acontecido y la necesidad que había de su asistencia personal. El 10 de octubre de 1810 sale para La Guaira; llega el 11 de diciembre de 1810 y es recibido con aclamaciones. Su compleja personalidad, sus conocimientos militares, su edad lo prefiguraban como hombre necesario para el asentamiento de la República. No todos estaban de acuerdo en ello, pues algunos sólo veían en él, a quien había trabajado con los revolucionarios franceses; otros lo creían agente de Inglaterra cual lo propalaran las autoridades españolas: En Caracas ayuda a la Sociedad Patriótica y recibe el nombramiento por el Pao de Barcelona como Diputado al Congreso, en el cual decididamente se pronuncia por la Independencia y recibe el aplauso de representantes y barra. El nuevo país nacía sumido en diferencias y enfrentamientos de facciones internas, que impedían su fortalecimiento. Además los elementos añadieron el desastre del terremoto del Jueves Santo de 1812. Derruidas las ciudades donde había más partidarios de la Independencia, desmoralizados los gobernantes, se presenta amenazador el Capitán Monteverde. Miranda es nombrado Generalísimo el 23 de abril de 1812 con atribuciones dictatoriales; tenía por misión "salvar la Patria". Miranda se ocupa de reorganizar el ejército. Entre otras medidas nombra a Simón Bolívar, Comandante de la Plaza de Puerto Cabello, centro vital de comunicaciones y arsenal importantísimo. Monteverde, avanzaba aprovechando con audacia los efectos del terremoto. Situados casi frente a frente, viene a sucederse la pérdida del Castillo y plaza de Puerto Cabello. Golpe terrible, que conmueve la moral del Generalísimo y lo lleva a la no menos terrible decisión de cesar en la lucha y recomendar la búsqueda de un arreglo con los españoles, armisticio y luego capitulación. Ella se acuerda en San Mateo. El 30 de julio de 1812 llega a La Guaira donde recibe invitación para embarcarse de inmediato en el barco de guerra "Saphire"; decide dormir en tierra, decisión que le costará morir entre cadenas… Un grupo de Oficiales acordó oponerse a la partida de Miranda y dirigidos por Simón Bolívar lo prendieron en la noche del 31. Miranda los vio a la luz de una linterna y les increpó: "Bochinche, bochinche, esta gente no sabe hacer sino bochinche"… Preso lo llevaron al Castillo de San Carlos, de donde lo entregaría a Monteverde la vil maniobra de Manuel María de Las Casas, Gobernador de La Guaira. Del Castillo de San Carlos pasó a las bóvedas, de allí a Puerto Cabello y cuando la situación en Venezuela se hizo peligrosa a juicio de Monteverde, fue enviado a Puerto Rico y de allí a Cádiz, al Arsenal de La Carraca. Durante su prisión hizo representación a Monteverde sobre el incumplimiento de las garantías y ya en España trató de mover sus amistades inglesas y llegó a preparar una ilusoria evasión.
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